LA VUELTA AL COLE
Sinceramente, la vuelta al cole no es la imagen que nos quieren vender en los grandes almacenes. Eso es lo que los padres desearían: unos hijos felices, radiantes, deseando acostarse temprano para volver al colegio. Sería mucho más sencillo volver a la rutina si la vuelta al colegio fuera un deseo por parte de los pequeños y los adolescentes.
La vuelta al colegio significa mucho más que eso. Significa volver a la rutina, levantarse temprano, hacer deberes por las tardes, enfrentarse a los exámenes, conocer a amigos nuevos si este año toca cambiar de compañeros, descubrir otros profesores y otras asignaturas. Volver al cole no solo supone salir de la zona confortable de los chavales, sino abandonar todo lo que es placentero. Para incorporarte a tu rutina abandonas tu descanso, la playa, largos paseos, ver películas por la noche sin horarios, comer helados y jugar sin parar a lo que sea.
A todos nos cuesta volver a la rutina. Siguiendo este decálogo, igual se nos hace un poquito más fácil a nosotros y ayudamos a nuestros hijos:
1. Dales un periodo de adaptación
Cualquier cambio necesita su adaptación. No salimos a correr sin calentar, ni te levantas de la cama de un bote. Todo tiene su proceso. Los niños necesitan coger la rutina poco a poco. La semana previa a la vuelta al cole tienes que ir modificando los horarios de sueño, comidas y actividades, de tal forma que los dos días previos ya se deben estar acostando y levantando a la misma hora que tendrán en el horario escolar.
2. Ayúdales a organizarse
Toda situación nueva requiere de una logística. Mochila, material escolar, probarse uniformes, comprar zapatos nuevos, forrar los libros, etc. Lo ideal es que todo esté preparado el día previo a la vuelta al cole. No dejes todo esto para el final. No hagas las cosas corriendo, que las prisas estresan. Lo último que necesitan tú y tus hijos son más estresores además del propio regreso al cole.
3. Tú eres un espejo para ellos
Muchos padres y madres se amargan con la idea de volver al trabajo. Se pasan los días previos jurando en arameo, verbalizando que «se acabó lo bueno, otra vez al martirio del trabajo» y los niños asocian que volver a la rutina es algo horrible. No se trata de vivir en los mundos de Yupi y decir que es genial volver al trabajo si no lo sientes, pero trata de no amargarte a ti ni a tus hijos pensando que ahora viene un castigo divino.
4. Trabaja la aproximación
Si tienes niños en edad de guardería o si cambian de ciclo, ve acercándote poquito a poco al cole. Lo nuevo a veces genera miedo. Pero si das algún paseo tranquilo por las cercanías del colegio, les hablas de la historia de ese cole en concreto, contemplas la fachada y jugáis a encontrar figuras o dibujos en las paredes: el niño empezará a familiarizarse con su nuevo centro.
5. Ten conversaciones atractivas sobre el cole
Habla del colegio, el aprendizaje, el progreso o lo que significa madurar en términos positivos y atractivos. El cole no son sólo deberes y madrugar, también es fascinante cómo te prepara para ser más listo, tener más conocimientos o relacionarte mejor. Busca el lado lúdico de las asignaturas, diles para qué les servirán cuando sean mayores.
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